Edunexis

Evaluar para aprender

Se está hablando últimamente mucho de las evaluaciones en la educación. Se critica el esfuerzo que supone para profesores y alumnos sin que aporte gran cosa al aprendizaje de estos últimos. Calificamos más que evaluamos.

Aun así, cuesta imaginarse un proceso de evaluación muy diferente al de hoy en día. Todos estamos en esa dinámica: la normativa nos empuja en esa dirección, para el profesor es una herramienta de poder, para los alumnos supone una definición muy clara de su cometido (sacar buenas notas) y una fuente de autoestima o frustración (dependiendo de si son buenas o malas), y para los padres, un vistazo rápido al boletín de notas es todo lo que necesitamos para juzgar cómo van nuestros hijos en la escuela.

Las calificaciones son necesarias y recogen bastante más que el resultado de un examen, pero no está de más una reflexión sobre cómo hacer de la evaluación una mejor herramienta de aprendizaje:

  • Tener en cuenta las diferentes dimensiones a evaluar: conocimientos, habilidades y competencias; y las diferentes formas de hacerlo para cada una de ellas.
  • Pensar en el feedback como la herramienta más potente para el aprendizaje en este contexto.
  • Apoyarse en las rúbricas como una forma de evaluar habilidades y competencias. Implícitamente ya las aplicamos muchas veces: cuando revisamos y evaluamos cuadernos o proyectos, por ejemplo. Hacerlo de forma explícita en situaciones concretas supone también una excelente forma de aprender: la sola definición exige un importante esfuerzo de reflexión. Si, además, implicamos a los alumnos en esta definición, tendrán medio camino recorrido en su objetivo de aprendizaje.